sábado, 30 de abril de 2011

DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN, EL DESENCANTO DE LA RAZÓN.

Introducción
La razón sería el fundamento esencial de la Teoría crítica, concepto basado en la herencia proveniente desde los clásicos griegos, pasando además por Kant y Hegel. La razón consistirá entonces en un proceso de análisis causal basado en comprender desde una dialéctica histórica las contradicciones que allí se producen y que permiten de alguna manera entender y explicar las causas de la dominación.

Esto además mediado por los aportes de Max Weber sobre racionalidad y racionalización que van a ayudar a entender dicha dominación, ya que evidencia de manera más acertada el concepto de racionalidad instrumental, la cual ejerce un papel de dominación sobre la sociedad. Sin olvidar además los desarrollos de György Lukács que articulan las ideas de racionalidad instrumental de Weber y de desarrollo del modo de producción capitalista de Marx, que de alguna manera van a dar aportes a la tesis de la Escuela de Frankfurt.

Adorno y Horkheimer van a evidenciar en su obra Dialéctica de la ilustración cómo la Ilustración oculta dentro de sí los momentos de explotación y horror que se han ido desarrollando a lo largo de la Historia, esto a través de la razón, que guiada en este orden de ideas, lleva a la instrumentalización y cosificación del hombre.

Se tratará en éste ensayo entonces de evidenciar y relacionar los aportes de las tesis de Weber y Lukács con la Escuela de Frankfurt y ver principalmente como éstas influyen en el pensamiento de Adorno y Horkheimer en la Dialéctica de la Ilustración.

 Influencia de Max Weber: racionalidad instrumental
Los trabajos de Max Weber fueron de vital importancia para los autores de la Escuela de Frankfurt, ya fuera como influencia u aporte a las tesis o como punto de crítica por parte de los autores de las Escuela hacia el teórico clásico. Como es bien sabido las tesis de Weber se caracterizaron por tener una perspectiva diferente a la mostrada por el marxismo clásico y más allá de quedarse con el estudio de la superestructura (el capitalismo), se fijo también en poder demostrar no sólo la influencia de ésta sobre otros ámbitos de la sociedad, sino que supo argumentar por ejemplo la relación entre el protestantismo ascético con el origen del capitalismo. Siendo los estudios religiosos su mayor fuerte y en especial estos fueron los que le permitieron enfatizar en el concepto de racionalidad, concepto que se convierte en característica propia de las civilizaciones y culturas occidentales, y principalmente del capitalismo occidental, siendo la racionalidad un concepto que es central en las apreciaciones teóricas de la Escuela de Frankfurt.        

El concepto de racionalidad de Weber intenta capturar lo propio de esa sociedad moderna y representar el actuar dentro de una organización social que se basa en principios de cálculo, de las condiciones que posibilitan la realización de los fines y que no descansa en normas sustantivas derivadas de valores universalmente aceptados. Dicha racionalidad formal pondera los medios, los fines y consecuencias, su instrumentalidad. Éste racionalismo occidental se ha conformado como un elemento que racionaliza la vida cotidiana, que busca por sobre todas las cosas lo material bajo un pensamiento calculador.

La racionalidad se convierte en un tipo de dominación ya que ésta ejerce su poder sobre el hombre, Weber implanta éste concepto para dar cuenta de algunas regularidades de la acción en las sociedades, mostrando que dicha dominación es el resultado de una asociación entre el ejercicio del poder y la legitimidad existente en la sociedad moderna, esto mediado, para Weber, por aspectos particulares de la sociedad capitalista como lo son el Estado moderno y la dominación legal-burocrática, siendo este enunciado retomado por los Frankfurtianos para explicar la dominación ejercida por la sociedad capitalista. Dicha racionalidad va ser legitimada para Weber y para la Escuela de Frankfurt por la razón técnica, dicha razón se expande más allá de las relaciones económicas a otros ámbitos como las políticas, las sociales y las culturales, convirtiendo la maximización de los rendimientos en un fin en sí mismo. Los avances de la técnica y la ciencia determinan una parte fundamental de los ideales del capitalismo moderno y constituyen la manera más acabada de expresión y contenido del racionalismo que legitima un tipo de dominación, la legal burocrática, que no es otra cosa más que una forma de imposición de una misma razón en todos los campos, “el proceso completo de racionalización, tanto en la fábrica como en cualquier otra parte, y sobre todo en la máquina burocrática del estado, corre paralelo a la centralización de los medios materiales de organización en manos del señor. Por tanto, la disciplina actúa inexorablemente sobre aéreas cada vez más amplias, al mismo tiempo que se racionaliza crecientemente la satisfacción de las necesidades políticas y económicas. Este fenómeno universal restringe cada vez más la importancia del carisma y de las conductas individuales diferenciadas” [1]

Estas interpretaciones weberianas van a ser muy tenidas en cuenta por frankfurtianos como Marcuse, Adorno y Horkheimer (y muchos autores más como Habermas por ejemplo) en El Hombre unidimensional, Marcuse expone que la razón pre tecnológica y tecnológica se vincula a los elementos del pensamiento que se ajustan a las reglas de control y dominación. El dominio es la forma moderna de racionalidad.  Los hombres se someten a la razón técnica, porque no son consientes de dicho sometimiento, ya que el orden que los somete se presenta como una imposición extremadamente racional; a la vez, son los mismos hombres los que reproducen su  propia opresión. Marcuse da cuenta del desvío del proyecto de la razón como emancipación el hombre, convirtiéndose en una racionalización que impone un tipo de opresión y control, apoyado por la ciencia y la técnica.

Para Horkheimer y Adorno, “…la técnica adquiere poder sobre la sociedad, el poder del capital sobre la sociedad, la racionalidad técnica es hoy la racionalidad del dominio mismo, es el carácter coactivo de la sociedad alienada de sí misma… la técnica de la industria… ha llevado solo  a la estandarización y producción en serie y ha sacrificado aquello… Que tenía que ver con la razón y por eso ahora cumple con… su función en la economía actual… la necesidad que podría acaso escapar al control central es reprimida ya por el control de la conciencia individual…”[2]. El desarrollo del sistema capitalista trajo con él un proceso de transformación de lo que Horkheimer va a llamar la razón objetiva en razón subjetiva o instrumental. En Crítica a la razón instrumental, Horkheimer realiza una distinción analítica entre razón objetiva y razón subjetiva, …La razón objetiva alude a la búsqueda del bien supremo, a la acción individual de acuerdo con un sentido, la construcción de una comunidad justa, la realización de la felicidad de los hombres. Consiste en la fundamentación de un orden que a través del conocimiento, lleva a la conciliación del orden objetivo de lo racional (natural) con la existencia subhumana o presa de pasiones…, la razón subjetiva o instrumental, se trata de una concepción que tiene como rasgo fundamental la consideración de lo inmediatamente útil y funcional con vistas a la obtención de un fin claro, la adecuación de modos de procedimiento a fines aceptados que “se sobreentienden” encaminados a la satisfacción práctica de un sistema de necesidades…[3] la Crisis moderna, empieza cuando se da el paso de la razón objetiva a la razón subjetiva, predominando esta última en la sociedad moderna, dándose que La “razón subjetiva” es aquella “actitud de la conciencia” que se adapta sin reservas a la alienación sujeto/objeto, espíritu/naturaleza, razón/sentimientos. La “razón objetiva” es el intento de evitar que la existencia quede a merced del ciego azar, pero que corre el riesgo de tornarse ilusoria, quedarse a la zaga del desarrollo técnico de la ciencia y crear ideologías reaccionarias[4]

El desarrollo de la razón subjetiva trae consigo un proceso de deshumanización, debido a que el individuo se ve privado de una racionalidad dispuesta a orientar su práctica humana, dicha razón instrumental que de alguna u otra medida como se explicó anteriormente avanza hacia otros ámbitos de la sociedad y del sistema económico llegando a alienar a los individuos con sus prácticas e intereses tecnisistas, todo esto a través de la ciencia y su ideologización que ayudan a validar el orden social establecido mediante su carácter de tener la verdad única.     

Para terminar en cuanto a la relación o influencia de Weber, éste ahondo en sus escritos metodológicos y en su polémica con Rickert, en la relación existente entre valores y ciencia. Sosteniendo que la ciencia debía ser objetiva, pero valorativamente neutral, y esencialmente instrumental, es decir, sólo debía establecer los mejores medios para un fin, fruto de juicios de valores supra científicos, que en última instancia se encontraban en la esfera de lo político. La Escuela de Frankfurt como es bien sabido y lo expone la empresa que emprendió, tomará una posición opuesta respecto a este ámbito.

György Lukács: Relación entre racionalidad y desarrollo del modo de producción capitalista
Lukács tiene una gran influencia de las ideas postuladas por Max Weber, ya que Lukács estudio con Weber, de ahí la gran influencia que tuvo este último sobre el húngaro. El papel y la influencia de Lukács va a ser importante para la Escuela de Frankfurt en la medida en que articula las ideas de racionalidad instrumental de Weber y de desarrollo del modo de producción capitalista de Marx, lo cual va a ser de mucho valor para las bases teóricas de los autores de Frankfurt.

Teniendo esto en cuenta se analizara primero las tesis de Weber que recoge Lukács, la continuidad que les da éste último, y la manera en que Horkheimer  y Adorno se basan en las ideas de Lukács para formular las tesis de la Escuela de Frankfurt y específicamente en su obra Dialéctica de la Ilustración.

El pensamiento político de Weber va a estar planteado desde la necesidad de tener una organización de tipo técnico-burocrática, que permita la organización social y sobre todo que el funcionamiento del Estado se dé como el de una empresa.  Dicha organización técnico-burocrática debe ser equilibrada con las acciones racionales con arreglo a valores derivadas de otras esferas por ejemplo la cultural, de funcionamiento social, esto con el fin de que no haya un desencantamiento del mundo y sobre todo que se pueda mantener el tradicional funcionamiento institucional, el cual puede ser destruido por el cambio que se estaba dando hacia una sociedad más compleja. Es aquí cuando Weber formula una triada entre el andar del proceso civilizatorio y el funcionamiento social y cultura tradicional.

Lukács va a tomar las tesis de Weber para ampliar los “horizontes disciplinarios” del Marxismo, ya que si no se daba un giro en cuanto a sus tesis, el marxismo decaería completamente, a pesar de haber estudiado con Weber y retomar algunas de sus pensamientos Lukács va a ser principalmente marxista y sobre todo materialista, y siguiendo la idea de abrir los horizontes del marxismo, se encargo de tomar otras nociones que encajaran con el pensamiento materialista, totalizador que se preguntaran por las consecuencias prácticas de la teoría, algo que sin lugar a dudas va a ser de vital importancia para las tesis frankfurtianas.   

Lukács observó en su momento el proceso de "complejización social" descrito tanto por Weber como por Simmel (con quien también estudio), y que desembocó en el análisis de la expansión de la burocracia y los procesos de racionalización social anclados en una extensión de los tipos de acción racional con arreglo a fines. El sociólogo húngaro relaciona el pensamiento de Marx y Weber, dando ésta relación sus frutos en su teoría de la cosificación de la conciencia del proletariado. Lukács como se menciono anteriormente observó el proceso de complejización y de expansión del dominio técnico-burocrática surgido en la extensión de las acciones racionales con arreglos a fines, pero a esto le agrega y lo relaciona con la expansión del capitalismo, y en especial con la difusión de la forma mercancía, tesis que retoma de los trabajos de Marx.  

Lo que argumenta Lukács es una articulación que relaciona desde el marxismo una teoría de la racionalización social burocrática, teniendo como base teórica el desarrollo de producción capitalista expuesto desde la teoría marxista.  Dicha teoría se puede resumir de la siguiente manera:
“La expansión de la burocracia, de las instituciones complejas y de su racionalidad con arreglo a fines está íntimamente ligada a la expansión de la "forma" mercancía y al proceso de división del trabajo creado por esa misma expansión, a su valorización en tanto desarrollo del capital; con el agregado de que esta expansión ahora llegaba al conjunto de las esferas sociales mucho más completamente de lo que había podido observar Marx. Es así que esta noción de calculabilidad relacionada con el fetichismo propio de la expansión de la mercancía en la sociedad capitalista se extiende a producir una cosificación de las relaciones sociales, un extrañamiento de los productos producidos respecto de sus productores en tanto que objetivación y cosificación, que extendida se hace presente en las propias relaciones entre los productores e incluso en el conjunto de los intercambios humano.”[5]

Lukács va a evidenciar que las acciones de los actores están determinadas por el funcionamiento social, en el cual se expresan la fetichización y la cosificación. Lukács se encarga de dar un sentido materialista y dialéctico, de las contradicciones sociales que se presentan entre la dinámica de la acción y la estructura social y también entre las diferentes prácticas de los diferentes actores determinados a su vez por el lugar desigual -y no sólo diferente- que ocupan en la estructura social.

Como es bien sabido la Escuela de Frankfurt pretendió reconceptualizar y reactualizar la teoría marxista, buscando sobre todo explicar de un modo materialista el funcionamiento de la sociedad capitalista de la época, teniendo en cuanta que Lukács buscaba lo mismo para el marxismo, los teóricos frankfurtianos van a estudiar las tesis del sociólogo húngaro, por lo cual las ideas que van a tener de Weber estarán filtradas por el análisis que hace Lukács.    

La relación entre los frankfurtianos y los pensamientos de Lukács se evidencia de la siguiente manera:
“Si bien muchas de estas formulaciones tomaban en consideración los desarrollos lukacsianos sobre los procesos de cosificación de la conciencia y la sociedad, también puede sostenerse que en los autores de Frankfurt encontramos aquí un énfasis mayor sobre los procesos de racionalización técnico-burocráticos extendidos a la propia razón social, lo que en la propia expansión de esos procesos de la mano de la expansión de la producción mercantil y del fetichismo que ella conlleva. No queremos afirmar aquí que los autores de Frankfurt hayan dejado de pensar que las vidas de los sujetos no se desarrollaran en un modo de producción capitalista, pero sí que el énfasis puesto en explicar los procesos de alienación social estuvo más centrado en la expansión de una racionalidad instrumental cerrada sobre sí y expandida al conjunto social que en la expansión de un fetichismo de la mercancía que tenía inscrito el propio dominio de dicha forma de racionalidad”[6]

Teniendo en cuanta las ideas anteriores, en la Dialéctica de la Ilustración, Adorno y Horkheimer se encargaran de exponer de una manera más completa sus ideas sobre el proceso de racionalidad instrumental y la razón, argumentaran principalmente  que la ilustración y el mito tienen conexión desde el inicio de los tiempos, “El mito es ya Ilustración; la Ilustración recae en Mitología” El mito es Ilustración, en tanto que, como narración que es, actúa con un lenguaje (sistema de signos) que a través del ritual mágico pretende influir sobre la naturaleza. Y pretender influir es querer dominar, apropiarse para sí el alma de lo otro. Algo que buscaba la Ilustración por medio de la razón para lograr la libertad de los individuos, pero cuando la razón se vuelve instrumental, dicha premisa cambia y la razón se convierte en un instrumento de dominio más y que al expandirse dicho dominio en el ámbito académico y de la ciencia se hace imposible que se desarrolle una  teoría crítica de la sociedad.    

El Desencanto de la Razón
Teniendo claridad en las influencias recibidas de los principales autores de la Escuela de Frankfurt por parte de Weber y Lukács, se tratará de exponer la idea o tesis en las cuales se fundamenta Dialéctica  de la Ilustración de Horkheimer y Adorno.

La razón es la potencia crítica para construir un sistema abierto del conocimiento, de ahí la búsqueda de una nueva racionalidad en pro de la razón. Pero la realización de la razón como tal, se convierte en un proceso de racionalización social en la cual domina un tipo de racionalidad, la instrumental, que colonizará el mundo bajo el dominio del capital y el poder. Éste es el caso del capitalismo y los procesos de modernización.

En Dialéctica de la ilustración se hace un diagnostico negativo de la modernidad. Una modernidad estatal capitalista cuyo núcleo estructural y dinámico es su tendencia objetiva a devenir en configuración totalitaria, empeñada en desconocer otros tipos de modernidad, ligados quizá a otros tipos de tiempo y espacio ajenos a su perspectiva global del progreso dominante, basado en el proyecto de tecnificación y racionalidad social generalizada.

Para Horkheimer y Adorno si la Ilustración ignora su propia dialéctica (ilustrar la ilustración sobre sí misma), si no asume en sí misma la reflexión sobre su momento destructivo, firma su propia condena. Para estos dos autores la dialéctica es vista como un método según el cual el principio “todo lo racional es real y todo lo real es racional” ha de entenderse no como la aceptación  de la realidad que conduce a la defensa de los intereses creados y del orden establecido, sino en el sentido de que aquello que no se pliega a la razón debe ser desechado históricamente, para dar paso a la transformación social.

Teniendo esta premisa los autores evidencian y tratan de comprender el porqué de la autodestrucción de la Ilustración, ya que la humanidad no ha logrado avanzar hacia una sociedad en la que la libertad sea un elemento preponderante, no ha logrado conseguir la plenitud de la Ilustración, sino que ha retrocedido en el sentido de que cada vez más la civilización se está convirtiendo en una civilización bárbara, todo esto evidenciado en los actos inhumamos que les tocó vivir a los autores frankfurtianos con el nazismo.

Horkheimer en Crítica a la razón instrumental dice que la “La enfermedad de la razón radica en su propio origen, en el afán del hombre de dominar la naturaleza”, es por esto que se dice que la ilustración desde el inicio de los tiempos ha nacido bajo el signo del dominio. Como bien es mencionado en Dialéctica de la Ilustración…El objetivo de la Ilustración fue desde un principio “liberar a los hombres del miedo y constituirlos señores”. Y su programa, “el desencantamiento del mundo” para someterlo bajo su dominio… pero el proceso de Ilustración se revela como un proceso de progresiva racionalización, abstracción y reducción de la entera realidad al sujeto bajo el signo de dominio, del poder. En cuanto tal, éste proceso, que quiso ser un proceso liberador, estuvo viciado desde el principio y se ha desarrollado históricamente como un proceso de alienación, de cosificación. Todo esto mediado porque la razón se convirtió en elemento integrante e inherente de los intereses del sistema, dando su paso a lo que Horkheimer llama razón subjetiva, y que no es sino una razón meramente instrumental, al servicio y en búsqueda de fines que sean de interés para el sistema. Se da un entrelazamiento entre racionalidad y realidad social, en el que se concibe el significado de “naturaleza”, racionalmente, como dominio de la misma. El dominio, la explotación, la cosificación del hombre se ve como algo racional, haciendo que el yugo al que son sometidos los individuos se vea como algo razonable, como algo que se tiene que dar.                    

Adorno y Horkheimer logran hacer una fuerte crítica al proceso de Ilustración a partir de igualar los conceptos de razón y dominio, esto mediante la razón instrumental, por lo cual la importancia Marx, y de Weber y Lukács, los autores mencionados en éste ensayo, que de alguna u otra manera elaboran sus tesis siguiendo más o menos éstas premisas y que sirvieron de influencia para la Escuela frankfurtiana.    

Pero si la razón ya se impregno del dominio impuesto por el sistema capitalista, entonces, ¿en qué quedan las consignas de la Escuela de Frankfurt que veían en la razón el elemento primordial para buscar la transformación de la sociedad?, ¿qué otras alternativas a la razón puede haber para buscar dicho cambio?, el arte como lo menciona Adorno o la religión como lo expone Horkheimer, pero ¿estos elementos no están impregnados también por la lógica capitalista y de dominio? Estos interrogantes no alcanzan a ser desarrollados en éste ensayo, porque eso significaría realizar una re-conceptualización de la Escuela de Frankfurt, la idea de los frankfurtianos en general es tratar de rescatar a la razón de las ideologías y de las luchas ideológicas en las que se ha sumido el mundo, pero hay que ilustrar a la razón o es mejor buscar otras alternativas. Tratar de explicar y argumentar dichas ideas supone una empresa muy grande, que sobrepasan los intereses de éste ensayo.   



[1] WEBER, Max. Economía y Sociedad. Fondo de Cultura Económica, México, 1992.
[2] ADORNO, Th.W. y HORKHEIMER, M. Dialéctica de la Ilustración. Ed. Trotta, Madrid, 1994.
[3] SOLARES, Blanca. Mito e ilustración en el pensamiento de Frankfurt. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales. México. Vol. 44, No. 182-183, May.-Dic. 2001
[4] Ibíd.
[5] GÓMEZ, Rodolfo. We­ber, Lu­kács y la Es­cue­la de Frank­furt. He­ren­cias no re­co­no­ci­das y di­fe­ren­cias teó­ri­cas des­de una pers­pec­ti­va prác­ti­co-po­lí­ti­ca. Revista Herramienta N° 34 Marzo de 2007. Buenos Aires, Argentina.

[6]Ibíd. 

Bibliografía
ADORNO, Th.W. y HORKHEIMER, M. Dialéctica de la Ilustración. Ed. Trotta, Madrid, 1994.

GÓMEZ, Rodolfo. We­ber, Lu­kács y la Es­cue­la de Frank­furt. He­ren­cias no reconoci­das y di­fe­ren­cias teó­ri­cas des­de una pers­pec­ti­va prác­ti­co-po­lí­ti­ca. Revista Herramienta N° 34 Marzo de 2007. Buenos Aires, Argentina.

HORKHEIMER, M. Crítica de la razón instrumental. Ed. Sur. Buenos Aires; 1969.

LUKÁCS, G., Historia y conciencia de clase, 2 vols., Orbis, Madrid, 1985.

MARCUSE, Herbert, Razón y Revolución, Editorial Altaya, Barcelona, 1999.

SOLARES, Blanca. Mito e ilustración en el pensamiento de Frankfurt. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales. México. Vol. 44, No. 182-183, May.-Dic. 2001

WEBER, Max, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Península Barcelona, 1987.
___________, Economía y Sociedad, Fondo de Cultura Económica, México, 1992.

5 comentarios:

  1. Increíble. Gracias por compartirlo.

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  2. El arte, y la religión. Quizás podría decirse que Adorno y Horkheimer se rindieron y se exiliaron
    Tu análisis es bueno y claro, y me ha servido para entender mejor el libro de ellos, que me parece aspero. Con su libro no estoy muy de acuerdo

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  3. Muy bueno. Embárcate en "UNA EMPRESA MUY GRANDE", nada se pierde!! muy por el contrario

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  4. Me ha servido mucho!! Muchas gracias!!

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